¿Qué elementos, desde sus familiares olores, evocan la infancia escolar?
El olor de las pinturas, los borradores, de los libros nuevos, de cartulinas y murales, el olor del pegamento o cola de las manualidades, la tinta de los rotuladores, la textura y el olor de las pizarras y las tizas. También son familiar los olores en el patio a la hora del recreo como el de los bocadillos, la tierra, las plantas… Además de los olores, hay otros elementos que nos evocan la infancia escolar como los sonidos: el murmullo en las clases, el timbre, las canciones en épocas de fiestas…
¿Qué recuerdo de la escuela quedó a otros niños, por ejemplo en un poema de Antonio Machado?
“Recuerdo Infantil” Antonio Machado
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Con este poema, Antonio Machado describe las monótonas clases en la escuela tradicional; en las aulas grandes y frías, con una decoración basada en murales con imágenes bíblicas.
Describe la figura del maestro de esa época, serio, mal vestido, y estricto; un maestro que impartía clases fuera de la visión actual de la participación de los alumnos.
También recuerda como se estudiaban las lecciones con canciones que tuvieran musicalidad para recordarlo mejor. Como por ejemplo, la tabla de multiplicar.
¿Cuándo surge el amor a la limpieza tan generalizado entre los maestros?
El amor a la limpieza surge en el año 1931 en la asamblea de Inspectores, ya que se propuso crear un servicio médico escolar para evitar las enfermedades que había en la época, como la meningitis, la tuberculosis y gastroenteritis. Además tenían que desinfectar y limpiar el colegio, e introducir la higiene en los niños.
¿Qué instrumentos se han utilizado para formar específicamente a las niñas)?
Las niñas, las jóvenes, las mujeres ya adultas han recibido casi siempre un tratamiento educativo distinto del de los varones, bien sea en un ámbito exclusivamente familiar, bien en escuelas segregadas, a través de materiales curriculares sólo para ellas o incluso en las aulas mixtas. Su acceso a la educación formal, sobre todo en los niveles superiores, se ha visto retrasado y obstaculizado. Y el objetivo de la formación femenina ha sido durante gran parte de la historia amoldar a las mujeres a unos estereotipos que, por razón de su sexo les marcan unos dictados genéricos relacionados con el espacio doméstico, el matrimonio, la maternidad, el cuidado de los otros, etc., apoyados en una axiología igualmente distinta y menos valorada. En esta sala se muestran algunos de los instrumentos utilizados para enseñar a las niñas a serlo: manuales de urbanidad, manuales para asignaturas específicamente femeninas como las Enseñanzas del Hogar, libros para maestras, juguetes para afianzar los roles femeninos desde la infancia, labores de aguja, testimonios gráficos de las tareas desempeñadas por instituciones dedicadas a la educación de niñas y mujeres andaluzas como la Sección Femenina o ciertas órdenes religiosas (Carmelitas, Compañía de María, Salesas…)
“La gran pregunta”
¿Qué visión del mundo a través de los materiales han transmitido los materiales escolares? Por ejemplo, ¿crees que la escuela tradicional ha promocionado valores como la libertad, la identidad y la autonomía a través de los materiales?
Los materiales escolares han dado una visión al mundo de progreso, ya que han ido evolucionando a través del tiempo, tanto en la sociedad como en la educación. Además han cambiando a lo largo del tiempo adecuándose a los niños y niñas en las escuelas.
Personalmente, creemos que la escuela tradicional ha dejado algunas herramientas y métodos de herencia a las escuelas actuales, pero no valores como la libertad, la autonomía y la identidad.
Tradicionalmente los maestros en las escuelas impartían sus clases de una manera inflexible y seria, sin dar pie a la participación de los alumnos o adaptación a las necesidades de cada uno de ellos. Los materiales eran los mismos para todos, los mismos libros, cuadernos y tinteros, al igual que los uniformes. Se ofrecían en las clases también unos ideales y pensamientos muy establecidos, como son la política o la religión. Asimismo, los contenidos que se impartían tampoco representaban ni la libertad, ni la identidad, ni la autonomía de los estudiantes, por ejemplo, a las niñas se las enseñaba costura y cocina, y por el contrario a los niños no.